Controlada por una industria que anualmente genera unos
1,600 millones de dólares, la energía eléctrica se ha convertido en un recurso
del cual dependemos actualmente para nuestra industria y para nuestro hogar, y
aunque fue a finales del siglo XIX cuando la electricidad empezó a colocarse en
este lugar que hoy ocupa en nuestras vidas, su manera de producción no ha
variado mucho en el último siglo; turbinas movidas por vapor de agua, el cuál
es generado por grandes calderas impulsadas por combustibles fósiles, ha sido
la manera en que las compañías eléctricas ahorran presupuesto y generan la
electricidad a “bajos costos”.
Pero como todos sabemos, este tipo de producción genera
grandes contaminantes a la atmósfera, lo cual a la larga perjudica nuestro
planeta, y se crea o no, nos genera mayores costos. Sin embargo, en las últimas
décadas los científicos a través de sus investigaciones han desarrollado
diferentes métodos para la producción de energía eléctrica que se podrían
considerar “limpios”. Sin embargo estos métodos, no han logrado tener el
impacto que se desearía, porque si bien se tiene una producción “limpia”, esta
producción es muy poco eficiente, o en algunos casos en que la eficiencia ha
dejado de ser un problema (celdas fotovoltaicas a base de silicio), su
producción es demasiado cara lo cual deja este tipo de productos fuera de
alcance para la mayoría de las personas.
Pero esta suerte está por cambiar, ya que en años recientes
una nueva celda solar ha llegado al marco de investigaciones internacionales mostrando
un futuro muy prometedor. Las celdas solares Perovskita, son celdas fotovoltaicas
que imitan la forma cristalina que la perovskita toma en su estado natural, y
que, con otros componentes necesarios para la conducción de corriente, se
obtiene una celda con una eficiencia muy alta y con un precio de producción
demasiado bajo, el cual la podría posicionar como una nueva fuente de
producción de energía barata.
Esta nueva celda fotovoltaica fue creada en el año de 2009
en la Universidad de Toin Yokohama, teniendo como eficacia inicial apenas un
3.8% y teniendo avances en años posteriores, que hicieron que tuviera una
eficiencia del 20.1%, este último récord alcanzado por el Instituto de
Investigación en Tecnología Química. Pero en este último semestre de año,
recientes investigaciones realizadas por el Laboratorio Nacional de Energía
Lawrence Berkeley (Energy’s Lawrence
Berkeley National Lab), han descubierto una manera de incrementar de manera
radical la eficiencia que las celdas.
Con ayuda de microscopios electrónicos, este grupo de investigación
logró darse cuenta que la perovskita en la celda solar, contiene ciertos “granos”
de 200 nanómetros de largo, y que éstos tienen ciertas fases (propiedades
físicas) las cuales muestran una posible mejoría en la eficiencia de conversión
de la luz solar a energía eléctrica. Se cree que con esta nueva investigación,
al aplicarse en el momento de la síntesis (obtención de la celda solar) se
pueda obtener hasta un 31% de eficiencia, superando incluso a las celdas
solares hechas de cristales de silicio.
Esto combinado con sus bajos precios de producción (casi de
medio dólar por celda) y su fácil producción, posiciona a esta nueva celda fotovoltaica
como una de las favoritas a sustituir a las celdas comunes hechas de silicio, las
cuales necesitan controles muy específicos a la hora de producción, lo cual
sube los precios, y genera que sean poco accesibles, y más cuando se tienen
ingresos económicos muy bajos.
Sólo falta esperar a que este tipo de tecnolgía se vuelva comercial, para poder tener una forma económica de ayudar a nuestro planta, y ¿por qué no? a nuestro bolsillo.
Escrito por: Alex
Referencias bibliográficas:
https://newscenter.lbl.gov/2016/07/04/perovskite-solar-cells/
http://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/numero/468/placas-solares-de-perovskita-13450
Comentarios
Publicar un comentario