Una enfermedad de la cual casi no se habla, pero que es terrible,
tanto para los que la sufren, como para los familiares de los enfermos, es el
mal de Párkinson. Una enfermedad neurodegenerativa que causa, temblores,
problemas motrices, problemas de coordinación, lentitud, y otros problemas que
llevan a que el enfermo pierda calidad de vida, ya que no sólo son los
problemas musculares visibles, puesto que esta enfermedad arrastra problemas
más profundos, que pueden incluso llegar a la muerte.
Hasta hace poco, nadie conocía la o las causas de esta enfermedad, y aunque se conocía que la edad era un factor que intervenía, así como el estilo de vida de las personas y lesiones nerviosas, no se conocía en sí la causa principal que desencadenara en el Párkinson. No fue hasta hace poco que en la revista Cell, se dio a conocer los resultados de ciertas investigaciones llevadas a cabo por un grupo de científicos estadounidenses, en las cuales se analizaron un grupo de ratones con el mal de Párkinson, o con cierta predisposición genética a sufrirlo. En sus resultados se encontró cierta relación entre la población de ratones que estaban enfermos de Párkinson, o que estaban genéticamente dispuestos a sufrir esta enfermedad, y cierto tipo de bacterias hospedadas en el tracto digestivo de los ratones.
Este grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de
California, mostró que al tratarse a estos animales con antibióticos, éstos
mejoraban considerablemente respecto a sus problemas motrices, además de que en
ratones donde todavía no se desarrollaban los síntomas, evitaron que se
generara la enfermedad pese a la disposición genética. Por otro lado, se mostró
que el trasplante de bacterias de los intestinos de ratones enfermos con Párkinson, a otros ratones enfermos, provocaba una intensificación en sus
síntomas.
Gracias a esto se ha podido dar una relación de la flora
intestinal con esta enfermedad, y de alguna manera ayudar al tratamiento de la
misma, la cual actualmente afecta aproximadamente a 6.5 millones de personas en
el mundo, la mayoría personas de tercera edad, provocando una decadencia en su
estilo de vida, y una temprana dependencia sólo por este problema de salud
Es importante señalar, que aunque se pudo probar que con el
uso de antibióticos los ratones mejoraban, aún en humanos no es posible
llevarse a cabo ese tipo de tratamientos, pues son muy riesgosos para la salud.
Sólo queda esperar a que se pueda encontrar una manera mucho más viable de
poder tratar este mal, que de primera instancia, ya se conoce la causa
principal.
Fuentes:
http://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(16)31590-2
Escrito por: Alex
Fuentes:
http://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(16)31590-2
Escrito por: Alex
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